martes, 13 de febrero de 2007

Límites a las bicis en Barcelona

La bici se abre paso rápidamente en Barcelona -unas 43.000 personas la usan habitualmente, según los últimos datos municipales-, pero lo hace no exenta de conflictos, tanto con otros vehículos como, sobre todo, con los peatones. Para evitar estas situaciones, que pueden poner en riesgo la seguridad de unos y otros, el Ayuntamiento se ha propuesto modificar la ordenanza de circulación de 1998, que ya se revisó en el 2001 para introducir aspectos relacionados con la bici. El primer borrador con las nuevas normas fue presentado ayer en la Comisión Cívica del Peatón y de la Bicicleta. El articulado, que se está redactando con las aportaciones de las entidades de ciclistas y de viandantes, incluye nuevas restricciones para el paso de las bicis por las aceras y áreas de peatones.

"Hay consenso en que debe promocionarse el uso de la bici en Barcelona -subraya Jordi Portabella, segundo teniente de alcalde y presidente de la comisión-, pero deben ponerse los medios para evitar conflictos y, sobre todo, para que haya el máximo de seguridad". El primero al que hay proteger es al peatón, recuerda el edil de ERC, "porque es el más vulnerable", después al ciclista y, por último, al resto de conductores. Los problemas se concentran, sobre todo, en espacios muy utilizados, tanto por los peatones como por los vehículos motorizados. "Son lugares con poco espacio y es lógico que la introducción de la bicicleta sea difícil", explica el concejal. Con todo, Portabella recalca las bondades de la bici e insiste en que "no se la puede criminalizar porque en algunos puntos haya conflictos".

Los responsables del Ayuntamiento tienen la intención de aprobar el texto en el pleno municipal del mes que viene o de septiembre, con lo que podría entrar en vigor en otoño, aunque Portabella insiste en que "no hay prisa porque lo importante es consensuarlo para que tenga más fuerza a la hora de aplicarlo". Entre las novedades destaca que "las bicicletas no podrán circular por las aceras si (en la misma calle) hay un carril bici, calzadas de zonas 30 (con la velocidad limitada a 30 km/h, un instrumento de pacificación del tráfico que el Ayuntamiento prevé impulsar) o itinerarios para bicis señalizados". En estas situaciones, las bicicletas irán por el asfalto o por las zonas reservadas para ellas. Cuando el carril bici esté sobre la acera, deberá respetarse la preferencia de paso de los peatones que lo crucen, aunque éstos no podrán ocuparlo.

Fuera de los anteriores supuestos, las bicicletas podrán circular por las aceras y los espacios peatonales si tienen al menos tres metros de espacio libre y no hay aglomeraciones. En la actual ordenanza, el mínimo exigido es de cinco metros de anchura, pero no se tienen en cuenta los obstáculos como bancos, quioscos, terrazas, papeleras o árboles. Queda por desarrollar qué se entiende por aglomeraciones. Tal como ya dice la normativa en vigor, en las aceras la prioridad la tiene siempre el peatón y las bicis no podrán ir a más de 10 km/h. El documento incluye que "se deberá evitar circular cerca de las fachadas".

El borrador precisa que "en las calles de especial uso, aglomeración o de habitual concentración de personas, el Ayuntamiento establecerá aquellas restricciones que considere oportunas".

Esto abre las puertas a la prohibición del paso de bicicletas en las aceras y paseos de calles tan concurridas como la rambla Catalunya - en este caso, con la nueva normativa también sería ilegal los festivos en que es una vía pacífica porque no se permite el paso de coches-, el paseo de Gràcia o el Portal de l´Àngel. En cualquier caso, la norma fija que, de llevarse a cabo estas limitaciones, "deberá señalizarse pertimentemente la zona y establecer alternativas para el paso de los ciclistas".

Otra de las novedades que se plantean es la obligatoriedad del timbre para avisar, sobre todo a los peatones, de que se acerca una bicicleta. "Sin este elemento -explica Portabella- muchas personas que van a pie no se dan cuenta y, aunque tengan la preferencia, pasan sin mirar". Además, según el texto propuesto, por la noche, las bicis deberán llevar luces y reflectantes que permitan su visualización.

Sobre la convivencia entre las bicis y el resto de conductores, el texto recuerda que "los vehículos (motorizados) no podrán circular por los carriles reservados para las bicicletas". Cuando éstas vayan por la calzada, lo harán por los carriles más próximos a las aceras, tanto el de la derecha como el de la izquierda, y no por los reservados a otros vehículos.

Ahora sólo se permite por el de la derecha y, si está reservado para los buses, por el contiguo, lo que resulta peligroso. Con la norma vigente, los carriles de la izquierda sólo se pueden usar para los giros en esta dirección. En la propuesta también se les deja a los ciclistas usar carriles reservados a otros vehículos "si queda expresamente permitido y señalizado". Esto daría cobertura a que las bicis vayan por los carriles bus, una medida que Portabella defiende siempre que sean más anchos que los actuales.

El documento también fija en qué condiciones podrán usarse sillitas de niño y los remolques. Quedan por detallar las sanciones que se aplicarán a quienes infringan las normas, aspecto que también se prevé incorporar.



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