miércoles, 7 de febrero de 2007

Barcelona suprimirá plazas de área verde y azul para aparcar bicicletas

La bicicleta va camino de alcanzar la mayoría de edad en Barcelona, lo que supondrá que reciba un trato equiparable en muchos aspectos al del resto de los vehículos. El Ayuntamiento ya se ha planteado que, siempre que sea posible, los ciclistas circulen por la calzada, ya sea por carriles reservados o conviviendo con el resto del tráfico en zonas pacíficas, en vez de hacerlo por las aceras. La reforma de la ordenanza de circulación, en fase de elaboración, va en esta línea. Otro reto que los responsables municipales tienen encima de la mesa es que las bicis también se estacionen sobre el asfalto y no en el espacio del peatón. Así, las próximas semanas comenzarán a borrarse las primeras plazas de coche para instalar las nuevas estaciones bicing, el nuevo servicio público que pondrá tres mil bicicletas en circulación antes de fin de año. En las fases de implantación de este sistema previstas hasta julio se borrarán 116 plazas de coche - de áreas verde y azul- y 270 de moto, las necesarias para poner en servicio un centenar de estaciones.En el caso de las motos, las plazas se recuperarán en breve en otros espacios, también en la calzada, pero las de los coches no. Desaparecerán en favor de la bicicleta.

En este arranque del sistema bicing, el 45% de las estaciones de bicicletas - cada una tendrá capacidad para unos 15 vehículos- se colocarán en la calzada. La mayor parte de estas paradas que restarán espacio al coche estará en el Eixample. El 55% restante - el que se colocará sobre las aceras- corresponderá mayoritariamente a estaciones de Ciutat Vella, donde es difícil, por problemas de espacio, instalarlas en el asfalto. Por esta razón se ha decidido ponerlas en zonas peatonales amplias, como la avenida de la Catedral, la plaza Catalunya o el paseo Colom, por ejemplo, en las que no molestarán a los viandantes. A medida que bicing se extienda por la ciudad, las estaciones se pondrán en más casos sobre la calzada que encima de la acera, según han explicado los responsables de BSM, la empresa municipal responsable del proyecto.

La instalación de estos puntos sobre la calzada en los que se estacionarán las bicicletas públicas pretende ser un adelanto de otras medidas que, a medio y largo plazo, acabarán por despejar un buen número de aceras de bicicletas. Actualmente, en Barcelona hay cerca de 4.000 plazas de aparcamiento para bicis privadas al aire libre y prácticamente todas están sobre las aceras. En la mayor parte de los casos no molestan a los peatones. Pero hay otros en que sí. Hay muy pocos ejemplos en que se ha elegido la calzada. Uno - el mayor de todos- está en el Born. Otros, a modo de prueba, se han instalado en plataformas en la rambla Catalunya, a la altura de la calle Rosselló, o en el exterior de la estación de Provença de Ferrocarrils de la Generalitat. En el Gòtic hay más, de pequeñas dimensiones. La intención del Ayuntamiento es alcanzar lo antes posible la cifra de 7.000 plazas para bicicletas en la vía pública, todas ellas con anclajes metálicos. Fuentes municipales han explicado a La Vanguardia que se estudia colocar algunas sobre la calzada. Con todo, la prioridad en estos momentos son las motos. Está previsto crear nuevas plazas sobre el asfalto para retirarlas progresivamente de las aceras. El problema del estacionamiento de las motos es, hoy por hoy, bastante más molesto que el de las bicis y los responsables de Movilidad del Ayuntamiento prefieren abordarlo antes. La tendencia será que, primero, las motos bajen a la calzada y ocupen el espacio del coche. Después serán las bicis las que vayan al asfalto, donde haya coches o de motos. En paralelo, se promoverá que los parkings subterráneos dediquen zonas para bicicletas y motos. El sistema permitirá a los usuarios hacer trayectos de hasta media hora previo pago de un abono semanal de un euro o anual de 24. Las primeras estaciones sobre la calzada estarán en Gran Via/ Sardenya, plaza Tetuan, Alí Bei/ Nàpols y la avenida Marquès de l´Argentera. Formarán parte de la primera fase, en la que habrá once puntos -dos de ellos dobles- de recogida y entrega de bicicletas (véase gráfico de la página anterior).

Cada estación bicing ocupará un espacio equivalente a cuatro plazas de coche. El modelo que se va a instalar sobre la calzada se pondrá a continuación de pasos de peatones. Contará con una barra paralela a la acera sobre la que se anclarán las bicis en batería. Entre la parte posterior de las bicicletas y el carril de circulación habrá unos 80 centímetros de separación en los que se pintará una franja gruesa para advertir al resto de los vehículos de la presencia de las bicis y para reservar un paso para acceder a las plazas. Entre el último anclaje para bicicletas y la primera plaza de aparcamiento para coches o motos se colocará un elemento separador. Su objetivo será impedir que los coches ocupen el espacio reservado a las bicis. En la acera se instalará el poste con el lector de las tarjetas.

La primera fase de bicing (en servicio el 23 de marzo) supondrá la desaparición de 16 plazas de coche. La segunda (1 de mayo), de 40 plazas de coches y 100 de motos. Y la tercera (1 de julio), de 60 de coches y 170 de motos. Los proyectos del resto de las fases (hasta diciembre) aún no están elaborados.



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