En el texto aprobado los eurodiputados consideran “insuficientes” algunos de los aspectos que el Consejo ha pactado para el futuro reglamento, que tendrá validez a partir del 1 de enero de 2009.
El informe lamenta que los productores de alimentos ecológicos puedan optar por utilizar el logotipo comunitario o no hacerlo –aunque en ese caso llevarán al menos la etiqueta ecológica de la UE- y considera que “debería haber sido obligatorio”.
Así, según la portavoz del Grupo Socialista para este informe, Mabel Salinas, “este distintivo permitiría que los consumidores pudieran identificar perfectamente los productos ecológicos, tal y como la misma Comisión propugnaba cuando lanzó el Plan de Acción Europeo sobre la Alimentación y la Agricultura Ecológicas”.
Además los eurodiputados expresan su inquietud “por las lagunas que el Reglamento del Consejo presenta en relación a los productos ecológicos provenientes de terceros países”, ya que aunque establece que deberán cumplir las mismas normas que los productos europeos, el Parlamento quería que estuvieran obligados a emitir un certificado que demostrara que el producto importado está acorde con toda la normativa comunitaria.
No obstante, el texto avala otras propuestas del Consejo, como el reconocimiento a las variedades locales o las razas de ganadería autóctonas como garantes del mantenimiento de la biodiversidad, la toma en consideración de las diferencias regionales climáticas y las prácticas agrarias locales a la hora de aplicar la nueva normativa, o el acceso público a las listas de operadores sujetos a los regímenes de control.
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