viernes, 2 de marzo de 2007

Los jabalíes causan destrozos en los campos de golf de Cataluña

Ji, ji, ji, igual esa es la solución. Importar jabalíes...


El Club de Golf de Sant Cugat es uno de los equipamientos más afectados por la visita cada vez más frecuente de jabalíes en las zonas habitadas de Collserola. Cuando estos mamíferos consiguen burlar los sistemas de seguridad de la instalación, provocan desperfectos en la hierba que oscilan de "los 3.000 a 9.000 euros", según ha explicado Àngel Mora, encargado del campo. "Alguna temporada hemos sufrido su presencia casi cada día durante cuatro meses seguidos", añade.

"Esta vez hemos puesto pastores de corriente, con descargas de 24 voltios, para evitar que accedan al campo", explica Mora. "Primero teníamos vallas que tuvimos que repasar y les clavamos telas mecánicas en el suelo, pero los jabalíes rompían los alambres y pasaban igualmente". "Hemos llegado a tener tres personas diarias cerrando agujeros", concluye.

"Para los jabalíes, la hierba del golf es como una golosina", explica Marià Martí, director-gerente del Consorcio Parque de Collserola, sobre todo en épocas de alimentación escasa en el bosque, provocada por la falta de lluvias. Pero hay otros motivos que provocan la bajada de los jabalíes hacia las zonas habitadas. "Cuando oyen el primer disparo de la temporada de caza, se van hacia allí porque saben que estarán seguros".

Eduard Pomar, teniente de alcalde de Medio Ambiente de Sant Cugat, explica que "cada vez hay más zona forestal urbanizada que provoca que los jabalíes tengan menos sitio para moverse". Pero, sobre todo, "han dejado de tener miedo a los humanos, porque les dan comida". El resultado es "la domesticación del jabalí". Los ejemplares que acostumbrar a bajar a las zonas habitadas pierden sus hábitos salvajes y tienen que ser sacrificados. El año pasado, el Consorcio tuvo que ejecutar 53 animales, 13 más que el año anterior, y 32 más que el 2004.

También se da el caso de jabalíes muertos por atropellos. En 2006 murieron 13 ejemplares por estas circunstancias. "La gente corre más de la cuenta, no respecta los 50 km/h, no es un problema del jabalí", se lamenta Martí. La población de jabalíes de Collserola está controlada y ronda los 500 ejemplares.

Sant Cugat es una de las poblaciones más afectadas por la visita de jabalíes. "El 40% de nuestro territorio está en la zona forestal", recuerda Pomar. "Resulta habitual verlos en la Floresta, las Planes y algún sector de Valldoreix". Causan desperfectos sobre todo en "las zonas verdes, como el parque de la Floresta, y en los jardines y huertas particulares".

Para evitar su domesticación, el Ayuntamiento acaba de editar un díptico con los consejos básicos para los habitantes. "En primer lugar, no se les debe dar de comer, no se tienen que dejar basuras a su alcance y las personas no se les tienen que acercar porque son salvajes y pueden tener reacciones violentas", afirma Pomar. "Tenemos que aprender a convivir con ellos, y no eliminarlos, como piden algunos".



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